Transferences in ethnicity

 


Transference in ethnicity

©By Abdel Hernandez San Juan

   En este ensayo voy a discutir la atribución y la adjudicación de etnicidad, es decir, los modos en que se adjudica y atribuye etnicidad, modalidades en las cuales como ambos conceptos suponen, pretende fijar, establecer en algún modo una etnicidad, decir, esta es la etnicidad, y no aquella otra.  Mis dos conceptos, sin embargo, dejan abierto o precisan el sentido de que se trata en última instancia de atribución, a algo se le atribuye algo, y de adjudicación, es decir, se atribuye algo y luego se adjudica, en ninguno de los dos casos está dado por supuesto que atribuir y adjudicar coincidan necesariamente con el ser en sí de las cosas, si es una atribución y la adjudicación que le sigue, esta supuesto que sea, por valerme de una valiosa distinción hegeliana, una distinción entre algo puesto o interpuesto, y el ser en si de algo que recibe ambas cosas, atribución y adjudicación. 

  La noción Hegeliana de algo puesto, sin embargo, solo precisa el carácter sobrepuesto, añadido o sobreañadido de algo que no estaba, `pero no distingue el proceso de subjetivación que esta supuesto, y no por su mero carácter subjetivo, sino en su tácito sentido de atribuir algo de sustantivo, de adjetivo o de propiedad a algo, y la adjudicación que esto supone, tampoco precisa el proceso de transferencia por medio del cual se pasa de la atribución a la adjudicación, veremos más adelante que el paso de una atribución a una adjudicación no sigue cualquier camino, para hacer pasar una atribución a una adjudicación, es requerido un símil, para que la atribución pase del atribuir al atributo, debe ser adjudicada, el paso de la atribución al atributo es completado por la adjudicación, pero el paso de la continuidad completa que va de la suposición de atributo a su adjudicación, necesita ese símil, es decir, algo que de acuerdo a alguna analogía, metonimia, metáfora o sinécdoque, haga pasar, una impresión de lo que es en sí, o del ser en sí de eso o de ello, a aquello que se le atribuye y que por atribuido, no puede ser un atributo en sí de ese ser en sí o de lo que es.

   Sin una adjudicación que para establecerse tal requiere la circulación completa que va de la impresión de ser por mediación de algún símil, a la atribución, este proceso circulatorio no sería posible, este no solo se realiza por mediación de continuas transferencias que hacen pasar impresiones del ser por adjudicaciones de atributos, sino que además, para atribuir requiere puntos de referencia, estos puntos de referencia, según cambian o se modifican, modifican a su vez ambas cosas las impresiones del ser en si de lo que es, y los parámetros de atribución, el cambio de punto de referencias aquí, no es distinto al de la física relativista, bien se la entienda en el sentido de Eisentein, bien en el de Bergson, pero contempla también cuestiones relativas a  la semántica para cualquier supuesto sobre el ser en sí y las condiciones de la atribución en fenómenos culturales que suponen, para cualquier diatriba sobre el que son las cosas, y el fijarlas que atribución y adjudicación suponen, interpretaciones, polisemia, heterogeneidad, sentido, relacionalidad, mutualidad, reciprocidad, multiaspectualdad, variabilidad.

  Por lo antes dicho en la cultura la atribución nunca puede establecer un punto fijo, dado que para atribuir se requiere un símil, dos o más cosas han de ser desde el principio puestas en relación, la puesta en relación supone ella misma una posición que es contraria a la posición que llevan las cosas de acuerdo al ser en sí o a lo que son y cómo solo mediante una puesta en relación que por lo usual envuelve ambas cosas, asociación y comparación, es posible establecer el símil o la figura en cuyo lenguaje se traspone una impresión de ser en el lenguaje a una atribución de ser, la relación misma no puede dejar de ser ella una transferencia. Si la cuestión étnica no supusiera atribuir o adjudicar, es decir, hacer pasar algo de la impresión del ser en si de lo que es como se recibe en el lenguaje a la atribución de lo que es por adjudicación, este paso no tendría por qué ser transferencial como tampoco la circulación tendría porque requerir que todo el proceso deba nuevamente volver a establecerse volviendo al símil y de nuevo pasando la transferencia completa, podría resolverse en la relación entre varios significantes o deliberarse como una cuestión puramente semántica, en el camino de los significantes puros al sentido semántico en toda su extensión, son discernibles infinidad de fenómenos que competen a la cultura los cuales sin embargo, para establecerse, discutirse y deliberarse, no requieren atribución de ser o al ser, ni adjudicación de ser. 

   La etnicidad como concepto pide para si esta transferencia, y requiere de ella, ella precisa o exige, que una atribución de ser sea dada como el ser, un ser aquí que pide serlo como ser de cultura y más precisamente de cultura aquí no por las demás cosas que la cultura envuelve, sino por una de ellas, la etnicidad, por este motivo, la etnicidad es siempre consecuencia de un proceso transferencial, no se transfiere bien lo sabemos desde cualquier punto, un atributo una vez atribuido puede estar en cualquier lado, admite una distribución en el espacio y en el tiempo, una transferencia no, de modo que si el atributo en etnicidad es transferido es de suponer que en el paso de la atribución al atributo deje de continuar el proceso transferencial pero esto, lo sabemos, en el mundo contemporáneo es imposible. ´

   El nivel de continua conectividad, accesibilidad, mutualidad, reciprocidad, permeabilidad, comunicatividad e interrelaciones que reciben las culturas en nuestros tiempos modernos, impide que la transferencia pueda efectuarse una sola vez y luego todo sea cuestión de vérselas con el espacio y el tiempo de las distribuciones atributivas, la transferencia, que no admite, como el atributo, distribución en el espacio y en el tiempo sin límites de extensión, requiere ser vuelta a trazar una y otra vez, no por escogencia o preferencia, por contingencia, aunque no puede efectuarse desde cualquier lugar o distribuirse sin límites en el espacio y en el tiempo, si puede establecerse allí donde un punto de vista cualquiera que este sea, requiere volver sobre un símil para de  nuevo volver a establecer una relación que vuelve a ser otra vez una asociación y una comparación, asociación y comparación son relativas, pero precisan parámetros de relación, las transferencias son realizadas desde estos puntos que si bien no son puntos que puedan fijarse, varían también continuamente, no pueden distribuirse y al no poder distribuirse en el espacio y en el tiempo quedan en cierto modo libres del espacio y del tiempo.

  Esta suerte de independencia o autonomía del proceso transferencial al mismo tiempo lo limita y lo potencia, en última instancia las relaciones de atribución y adjudicación étnico culturales no pueden ser establecidas sin procesos transferenciales, ellas resultan de continuas transferencias de modo que si las transferencias están libres del espacio y del tiempo, el proceso transferencial tienen una gran importancia etnográfica. 

   Es significativo en este punto salirse de ciertas ideologías prelacanianas sobre la transferencias, estamos utilizando este concepto en un sentido poslacaniano, una mejor referencia podría ser Kristeva, quien asigna una relevancia a los procesos de no sujeción a la sustancia, este concepto poslacaniano de transferencia está muy lejos de aquel según el cual la transferencia es una simple proyección, como dicen los usos ordinarios, si esta jeba piensa que la amiga de la amiga es medio puta es posiblemente porque ella en un nivel significativo debe serlo también, en la caso de las atribución de puteria, las cosas no son tan álgidas, pero cuando una transferencia implica decir que los argentinos son altaneros y tienen un aire de superioridad, las cosas se ponen un poco más intrincadas, que los argentinos son altaneros, me lo dicen décadas de convivencia con amigos argentinos, es absolutamente falso, una impresión pasajera, que sea o no una transferencia de alguna etnicidad que sintiéndose superior esta menos persuadida ideológicamente a dejarlo ver, es algo mucho más difícil de sostener en lo que a una atribución de altanería a una etnicidad suponga, nuestro concepto de transferencia aquí está lejos de estas atribuciones facilistas, hablamos de una transferencia en el sentido de dar una impresión fenoménica de lenguaje por una atribución ontológica de ser, es decir, de una transferencia que hace pasar un fenoménico del lenguaje, el cual por lo demás, establece la relación de copula para todo lo que al ser de cualquier cosa se refiera.

   No recibimos las impresiones de ser, y sus objetivaciones en ningún otro modo que no sea en el lenguaje, por una atribución de ser, por una adjudicación de ser en si o sustancia, este proceso es transferencial no como algo malo o impreciso, lo es per se como característica continua del proceso de circulación que viene de la forma.  La transferencia es además una forma de comunicación, si transfiero doy un paso, hago pasar una cosa en una dirección de un lado a otro y de vuelta otra vez, paso una cosa que esta de un lado a otro, hago circular un material que requiere poner en relación una cosa con otra, pongo en relación una cosa con ella misma según otra, o pongo en relaciones cosas entre cosas en sí mismas según ellas mismas, o relaciones entre cosas según otras cosas están en relación entre sí, muevo por mediación de figuras, relaciones de predicación. 

   Dado que el tema en si mismo supone tratar con la palabra etnicidad como un concepto o noción en si mismo voy a ofrecer una distinción general que permita por lo menos establecer de que estamos hablando cuando decimos etnicity.  

   Cuando el punto de vista se inmersiona de modo tal en una cultura precisa que llega a diluirse en ella, al primer plano aquí largos años de vida en una cultura dada sobreviviendo y saliendo adelante con todo en y desde ella, el sentido de etnicidad sigue presente, si se trata de angloamericanos o rusos, japoneses, hindúes, pakistaníes, pero tiende a diluirse, dado que te encuentras entre personas de esta o aquella etnicidad e inmersionado en una realidad dada como tu propia realidad, cuando las preguntas de una cultura se vuelven tus propias preguntas y afectan tu vida a un modo tal que llegas a ser a la vez parte de ella y exponente suyo, donde adquieren forma tus ilusiones, tus metas, tus propósitos, el sentido todo de tu vida, el sentido de lo que es una etnicidad tiende a diluirse, dado que cada etnicidad, sobre todo aquellas más cerradas sobre sí mismas, que he definido como etnicity clousure, considera el mundo y lo percibe desde sí misma, clama como universal para todas las etnicidades aquello que, según su atribución y adjudicación ideológica de un sentido de esencia a su etnicidad, lo sea para las demás también respecto a lo humano. 

   En contraste con el ejemplo anterior, situare aquí un punto de vista multicultural como definimos este concepto en el multiculturalismo estado unidense, mi setting ideal será en este sentido un gran mol o setting de ventas en Estados Unidos donde las distintas etnicidades están definidas por pacillos o halls en que pueden adquirirse los alimentos que son propios a esas distintas etnicidades. Solo desde un setting relativista cultural multiculturalizado en los mercados libres de estados unidos puede percibirse con suficiente precisión que es una etnicidad. Parado pues frente a 30 pacillos opcionales, al tomar uno, nuestro cliente encontrara panquecas, siropes, roff beaffes y beefes varios, mermeladas, mantequillas, tostadas, huevos duros, tocinetas, fast food, sándwiches exuberantes, almejas, intrincadas familias del camarón, conchas, papas fritas, jamones, chocolates y helados, angloamerican etnicity, al tomar otro encontrara espaguetis, lazañas, canelones, risotos, quesos y butifarras, italian etnicity, al tomar otro, encontrara croissants, dulces y salados de pai orneados, variedad de panes, pate, dátiles y confituras, france etnicity, al tomar otro perros calientes, german etnicity, otro carne rosteada, salsa de yogurt y panes, grieg etnicity, smetana, rusian etnicity, salsa de mango, arroz con yerbas, indian and pakistan etnicity, sushi, japanice etnicity, tallarines, shot suai, lou man, chou man, chinesee etnicity, tacos, mexican etnicity, chaphapas, hayacas y arepas, venezuelan etnicity, casquito de guayaba, frituritas de malanga, kimbombo, ajiaco, refresco de matelba, leche malteada, merenquitos, duro frio y yuca, cuban etnicity. 

  Sin embargo, en la misma medida en que cuando una etnicidad esta sola el sentido de etnicidad tiende a diluirse y en que a través de cosas como la alimentación y ciertas costumbres las etnicidades parecen precisas, las adjudicaciones de atribución y propiedad a las etnicidades muestran los contrario, el hecho de que estas no puede ser establecidas en un punto preciso en torno al ser en si o la ontología definida de una cultura étnica. Como en las transferencias bancarias, transferimos un dinero de un banco a otro, o de una cuenta a otra, porque le llamamos transferencia, y no simplemente extracción y deposito?, si el depósito y la extracción son hechos por primera vez, no hay transferencia, pero una vez hubo deposito, es requerido que haya algo que es lo mismo, que ha estado en un lugar, y sea puesto en otro, lo mismo ha sido transferido, el transfer es esta acción. 

   Para que no parezca una pura entelequia teórica voy a discutir y poner varios ejemplos de este relativismo. El primero soy yo mismo, nacido en cuba, de padres cubanos, vivo mis años de juventud todos los veintes en la Venezuela neoliberal de los noventas, luego el final de los veintes y los treinta en Texas, completándose un proceso circulatorio de vida y obra, madures, desarrollo y carrera, lejos del lugar donde nací y mis padres, luego después de encontrarme con mis padres en un viaje de Texas a monterrey, vivo una temporada con mis padres en la habana donde vuelvo sobre la cultura en que viví hasta los 19. 

  En Texas soy americano considerado inclusivo a la cultura estado unidense anglosajona de origen cubano, siendo americano no lo puedo ser para un tejano en los mismos términos que otro tejano, o venezolano para el venezolano en los mismos que otro venezolano, soy pues asimilado como subjetividad nómadica en un mundo globalizado en el que transculturación y multiculturalismo están en el primer plano, mientras más globalizada es una cultura, más adecuada es a mi experiencia, mientras menos globalizada menos. Mi primer hijo es otro ejemplo, igualmente de padres cubanos, nacido en cuba, es sin embargo, menos nomadico que yo por cuanto vive su experiencia en Estados Unidos conmigo muy pequeñito, kínder, primaria, secundaria y pre en Texas, el español y el ingles van en su experiencia al unisonó y son constitutivos de su subjetividad desde sus primeros años de vida. Las atribuciones y adjudicaciones de etnicidad derivan de continuas transferencias sin puntos fijos, yo soy un buen ejemplo del carácter multinacional de las identidades nomadicas, más incluso que Marcel. 

  Mi segundo ejemplo es un antropólogo nacido en Estados Unidos de padres guatemaltecos, yo he escrito un ensayo sobre este antropólogo y voy a moverlo en dos contextos etnográficos distintos, en uno, lo voy a situar luego de un extenso ensayo de teoría de las bellas artes europeas, junto a otros que se van a mover en una escala que incluye escritos sobre oriundos tejanos, emigrantes europeos en Estados Unidos, emigrantes hispanos en Estados Unidos y exposiciones contemporáneas de anglosajones de newyork, en este conjunto textual el texto sobre este antropólogo que realiza trabajo de campo en México Yucatán, es decir, que estudia ruinas y espectáculos de la cultura maya en México, lo voy a leer dos veces una en Cuba, otra en Estados Unidos, en la primera lectura resalta por exaltar lo distinto, el ser un antropólogo anglosajón que exalta minorías, es decir, aparece en un conjunto textual móvil no circunscrito a una geografía precisa, volátil, intangible, auspiciado por una literatura europea de bellas artes, pero luego me voy a llevar este texto y lo voy a situar detrás de un ensayo mío publicado en Texas sobre una artista que voy a llamar cubanoamericana, de padres cubanos nacida en Estados Unidos, esta vez voy a acentuar que se trata de un antropólogo de padres guatemaltecos, y lo voy a definir como un mayaamerican antropologist, aquí la adjudicación de atribución es acogida como familiar y menos extraña a efectos de guatemaltecos, y supone reducción de la extranjerización, algo que para el caso de la relación inventiva entre maya y american, puede funcionar para la aceptación de culturalidad de un antropólogo nacido en Estados unidos de padres guatemaltecos.

   Esta adjudicación de etnicidad se basa en una serie de símiles, la base que nutre estos símiles, es una teoría de la cultura que se sitúa del lado del análisis de las culturas como fenómenos migratorios, este antropólogo es nacido en estados unidos, pero sus padres son guatemaltecos país de la cultura maya por excelencia, de modo que es de suponer ha crecido en un hogar donde se habla español, que de hecho habla, y quizá maya, que como antropólogo, también habla, esta primera relación de atribución y adjudicación, que precisa o supone dar por sentado que las cosas son ellas en sí y como deberías entendérselas en términos étnico culturales, a nivel de los símiles etnográficos, encuentra las requeridas familiaridades o familiarizaciones en una posible o potencial aceptación de americanidad en sentido guatemalteco, también de atribución, algo que los guatemaltecos estarían llevados a aceptar bajo un concepto de americanidad aceptado para el caso de un antropólogo nacido en Estados Unidos, siempre que este venga acompañado de una aceptación de lo maya de nuevo aquí el paso de un símil a una adjudicación de atribución, la familiaridad que aleja la extrañeza en una escala, iría de lo menos extraño a lo propiamente extranjerizado, tenemos aquí en el polo de la extranjerización el que sea nacido en Estados Unidos.

  Sin embargo, estas dos relaciones que pasan de un símil a una adjudicación de atribución como vemos resultan cada una completamente distintas, en una el antropólogo resalta por su relación a una  minoría excluida que le es distinta como antropólogo anglosajón y estado unidense, en la otra, a este antropólogo se adjudica una condición de mayaamericanidad, aquí la mayaamericanidad busca una relación de adjudicación y atribución que recibe de y a la vez le ofrece a su proximidad con una relación de cubanoamericanidad, si en el primer ejemplo, hubiéremos atribuido mayaamericanidad a este antropólogo, su trabajo de campo se vería como una autoetenografia en tanto situado tras un extenso ensayo sobre bellas artes europeas y entre gente que vive en Estados Unidos, resalta por aquello que lo distancia y aleja de una cultura en la que quizá busca a sus padres, pero de la cual no forma parte y en la cual no se completa a si mismo, es, por lo mismo, trabajo de campo sobre algo distinto de suyo, la americanidad aquí, entonces no cierra el círculo, sin embargo, falta agregar que ninguno de estos modos de pasar del símil a la adjudicación de atribución completa o satisface el modo como en su totalidad este antropólogo se ve a sí mismo, ello por un lado, ambas atribuciones adjudican algo que este antropólogo solo percibe como cosas que llaman la atención sobre determinados aspectos parciales de consideración, el todo que evocan puede resultarle a este antropólogo sugestivo como propuestas composicionales etnográficas que yo desarrollo y le evocan un modo de mirar a si mismo, pero ninguno de estos modos, más que por simple disfrute etnográfico, coincide con el modo como se ve a sí mismo, ni coincide tampoco con el modo como es visto por otros anglosajones, otros estados unidenses e incluso por mayas, mexicanos y sus propios padres. 

   Las relaciones de adjudicación y atribución étnico culturales son siempre producciones del extranjero y proyecciones del excluyente, el adjudicante busca familiaridad en la medida en que para hacer coincidir una imagen con una ideología de una esencia, trata de completar un clousure étnico cultural que pueda situar aquí a este antropólogo es una posición fija que se movería entre lo que la familiaridad distingue por símil como atributo propio de etnicidad y la transferencia de atribución adjudicativa, es decir, aquí como proyección del excluyente, tratando de ver en qué medida mayor o menor este antropólogo pueda considerarse el en si o no, aquí atribución, adjudicación, mayaamerican, estado unidense o angloamerican, esta transferencia, de más estar decirlo, es la misma que discute Derrida en la filosofía, por medio del paso que da un símil, aquí una relación de asociación y similaridad, se atribuye y adjudica al ontos, algo que es en realidad en el lenguaje sobre su afuera una continua relación de retribución, en realidad una economía, entre aquello que en el lenguaje, aquí gramme, podríamos decir, pasa, circula, fluye, en atribución al ser o al espíritu por y según ese lenguaje, y algo que caería en su afuera, como si lo abandonara pasando a ser la inmanencia de un ontos.

  Derrida, a diferencia de Deleuze, niega el que este ontos pueda establecerse en un punto fijo, pueda ser una atribución o una adjudicación, en Derrida, el ser y el espíritu en el lenguaje, niegan que una inmanencia otra llegada de alguna esencia que no corresponda ella misma a la forma, y desprovista de esa continua circulación sin punto fijo, pueda establecerse o precisarse en un punto, el paso transferencial del símil, a la atribución adjudicativa, es aquí una total y absoluta invención, pura economía de la proyección del excluyente y la producción del extranjero, economía cuya único punto de medida en relación al oro, es la relación de retribución, como e analizado y discutido en otra parte. Paradójicamente mi experiencia es más nomadica siendo un buen ejemplo del carácter multinacional de las identidades nomadicas.

Notes



   Ciertamente es menos probable encontrar un grupo de italianos comiendo merenguitos, melcochas, refrescos de matelma, leche malteada y frituritas de malanga, que encontrar a un grupo de griegos o anglosajones comiendo espaguetis, lasañas y canelones, esto tiene que ver con el nivel de globalización cultural, pero un buen risoto, o unos esplendidos tallarines, unas tostadas con mantequilla, un poco de tocineta, y unas maripositas chinas no faltaran en una cocina mexicana o cubana, como tampoco un suculento espaguetis o una espléndida pizza cuyo queso se derrite . Que una friturita de malanga es algo completamente cubano, no cabe dudas, pero que algún día la gente de Tailandia prefiera frituritas de malanga en vez de aceitunas, es algo que los cubanos no pueden evitar, solo baste que las frituritas de malange estén en el mercado. Si le damos bombo multicultural a la cocina el supermercado se riega, en vez de pacillos, pareciera que todo se troca, porque no, un paquete de chot sue al lado de unos tallarines, un suchi al lado de unos suculentos canelones, una leche malteada o una friturita de malangas al lado de un sirope de panquecas o un pate, y si, en la globalización, las culturas tienden a fusionarse, aunque mantengan sus idiosincrasias, alguien diría que sería como encontrar las gafas negras de Stephen wonder en una pintura de Henri Matisse.  






Bibliography


Derrida, Jacques El Supplement de la Couple: La Filosofía frente la lingüística, Margins of Philosophy, The University of Chicago Press


Hernandez San Juan Abdel, The Crisalide of Being, Pp, the Intramundane Horizont, Book and Phenomenological Anthropology, book


Hernandez San Juan Abdel, Being and Monad, Pp, Being and Monad, Book


G.W.F Hegel, Science of Logic, Tome I, Doctrine of Being, Solar, Hachete


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